Señora.

Señora usted, ya sabe con quién quiero estar,
Que aquella me hace suspirar,
Y me vuela la cabeza,
Me quita la tristeza,
No me deja respirar.
Señora usted, que ya sabe por quién duermo,
Que me tiene como un ciervo,
Ya no me puedo escapar.
Usted que es fiel,
Y que sabe que me quiere,
Pido, no se desespere,
Y me deje terminar,
Yo no la voy a besar, no la pienso conquistar,
Porque tengo a quien deberme, tengo alguien que no duerme,
Si no vuelvo a rimar.
Señora yo, que solo por esto vivo,
Ya no entiendo porque escribo, si después vuelvo a pecar,
Ya no entiendo porque rimo, cada frase un desatino,
Parece una ironía, escribir mil tonterías, y después volver a amar.
Vuelvo a caer, con la piedra más hermosa,
Quien diría que sea rosa, el color de la maldad.
Por eso a usted, señora que siempre sabe,
Le pido ahora que me salve, que resguarde este pensar.
Y ahora no, ahora seria de suicida,
Pero cuando Dios decida, que yo tengo que partir,
Le pido yo que me cante, me reviva y me levante,
Que no me deje morir,
Si, si, usted cante, así ya todos se enteran,
Que pase la vida entera, con aquella que me amaba,
Pero en ella no pensaba, cada vez que la besaba,
Porque yo pensaba en ti
Repítame, por favor diga devuelta,
Ya no me haga dar más vueltas, plante cara y dígalo,
Miéntame, aun bajo juramento
Le prometo que no miento, necesito una vez más,
Escuchar que usted me quiere, escuchar que usted me extraña,
No me importa si me engaña, eso nunca me importo.
Pero por dios, pido por lo que más quiera,
Antes de que yo me muera, recuérdeme que me amo.