viernes, 20 de febrero de 2009

Me pone mal.

Siempre tuve como máximo sueño en lo que a relaciones con el sexo opuesto respecta el hecho de poder conseguir una amistad que realmente necesite de estar conmigo, de saber que yo estoy con ella, en resumen, una mujer que realmente me necesite como yo la necesitaría ella, como yo necesito a las de ahora.
Me duele mucho darme cuenta lo difícil que seme hace conseguir algo así, lo mal utilizada que esta la palabra amistad, sobre todo para nombrar una sociedad entre dos personas que apenas si se conocen, para así tirar abajo una palabra con un significado superior a tantas cosas por las que hoy en día se mata.
Me duele mucho saber que nadie necesita de mí, no por el hecho de sentirme prescindible, ya que si alguien cambia algo en su vida por lo que yo digo, hago, o dejo de hacer, y esto le hace bien, yo ya siento que mi vida tiene significado, sino por el hecho de sentirme débil e inferior al no poder yo desprenderme de cierta gente.
Me pone mal el hecho de que baso demasiado mi manera deber el mundo en , no diría lo sexual, porque a pesar del que dirán populacho, no soy tan pajero, sino que baso mi vida en el hecho de si logro o no logro darle besos a las chicas, con lo que consigo agarrarme grandes amarguras.
Me pone mal todo eso.

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